Foucault
caracterizó en sus conferencias de los años 1974- 82[1]
algunos dispositivos que operaron en la transición que parte desde la
preocupación por un control disciplinar sobre los cuerpos y que conduce a la
aparición de unas tecnologías de seguridad que congregan saberes y técnicas con
la finalidad de obtener un efecto de poder sobre la población. Para Foucault
el biopoder consiste en la manera por
medio de la cual el poder se da cuenta e introduce los aspectos biológicos
fundamentales del ser humano como un centro, como su principal razón política. (Foucault, 2006)
Michel
Foucault al referirse a la vida política
moderna recuerda que “el hombre moderno
es un animal en cuya política está puesta su vida de ser viviente”. (citado en Agamben, 14,
1998) Es así que se hace
necesario la discusión sobre los
dispositivos, estrategias, técnicas y tecnologías de poder que se han
desarrollado sobre la vida porque el interés político se ha transmitido a la
simple vida; ésta se ha convertido en el objetivo de control del poder.
El
pensamiento político moderno tiene como eje fundamental la vida, presente tanto
en la lógica del dispositivo inmunitario como en la biopolítica.
En
esta instancia se debe hace una aclaración dentro de la discusión sobre biopolítica e immunitas acerca
del significado de dos términos fundamentales para la reflexión sobre las categorías políticas de
la vida: zwh y bios; en transliteración, zôé y bios.
Zoé (zwh) se puede definir como el simple hecho de vivir y bios, (ßio∫) como una vida
cualificada. Al término Bios, Aristóteles le atribuye la vida contemplativa, la
vida del placer y la vida política. La
vida con lógos, la vida capaz de hacer discursos, de razonar. En el mundo de la polis no hay cabida para el
simple hecho de vivir, así se encuentre dulzura y serenidad, el vivir político
es un vivir bien y en ese vivir bien viene contenido el logos. (Agamben, 1998)
Foucault y la biopolítica
De
acuerdo con la cronología elaborada por Rubén A. Sánchez, los textos que van de
1974 hasta 1982 presentan los análisis de una “racionalidad política que tiene como objeto de su trabajo
la población y sus fuerzas vitales.” (Sánchez, 27-28; 2009)
En
obras como “ El nacimiento de la medicina social” , “ La política de salud en el siglo XVIII”, Defender la sociedad, La voluntad de saber,
“ las mallas de poder”, Seguridad,
territorio y población, El nacimiento de la biopolítica, “ la tecnología
política de los individuos”, Foucault tratará temas como la medicina social, la
salud de la población, el racismo de
Estado, los dispositivos de la sexualidad, el liberalismo y la tecnología
política de los individuos. (Sánchez, 28;2009)
Estos
trabajos consideran temas al parecer distintos, pero para aproximarse a la
compresión de Foucault para abordar las diversas formas de gobierno, debe
tenerse en cuenta la siguiente perspectiva.
Foucault analiza estrategias de poder, a través de las cuales los
discursos, prácticas, saberes de los sujetos tienen una repercusión en la asimilación y
elaboración de su propia subjetividad. Por lo tanto, saber reconocer
estas formas de gobierno significa identificar cómo se articulan múltiples
procedimientos en ellas. “ Foucault se propone la descripción de unas formas de
racionalidad que hace acopio de elementos heterogéneos en articulación con unas
prácticas en un momento específico.” (Sánchez, 18;2009)
Es necesario aclarar que en la propuesta de Foucault no se argumenta a favor de
un agente de poder, sino que se expone la confluencia, en ciertos grados y
escalas, de diversos tipos de discursos y saberes que se articulan para lograr
unos efectos de poder en el sujeto. Foucault va a proceder a describir esas “
tecnologías” que como formas de racionalidad, reelaboran los modos y me
atrevería a decir, las modas y de contera, modulan los comportamientos tanto de
dominación como de resistencia al poder.
Foucault
estudia las imbricaciones de elementos heterogéneos que producen ciertos
efectos de poder, efectos de superficie. Es por lo tanto una empresa vana
tratar de servirse de los análisis de
Michel Foucault para proponer el poder desde una perspectiva unitaria.
La
discusión sobre el significado de “biopolitica” debe comenzar por recordar el
horizonte de investigación de Michel Foucault, el cual era comprometerse con el
estudio de una ontología histórica de los sujetos (Foucault, Herméutica del sujeto, 60;
2005) Como se ha nombrado, una
hermenéutica del sujeto dentro de la cual se advierten las variadas
modulaciones de formas de
gobernabilidad, que van constituyendo y subjetivando, reconstruyendo y
resubjetivando al sujeto de manera permanente, en la medida que esas
articulaciones e imbricaciones tienen un efecto de poder. Es un recorrido a
través de las confluencias e influencias
de las formas de poder en el reacomodamiento de los diversos campos de
saber y sus efectos de poder y específicamente en las determinaciones que
atañen a la vida de esos sujetos.
La
investigación foulcaultiana sobre lo que
habrá de llamarse biopolítica, se remite a las concepciones liberales y las
formas de gobernar. En gobernar mucho o gobernar poco radica la diferencia
sobre el control de la vida de los sujetos.
Los
estudios realizados por Michel Foucault sobre la noción de gobernabilidad,
parten de la distinción de dos maneras de asumir el poder. La soberanía y el
arte de gobernar. En el modelo de soberanía se ejerce el poder sobre el
territorio y los habitantes, en el segundo el poder tiene que cumplir con el
propósito de la obtener la recta disposición de las cosas, es decir conducirse
a través de una Razón de Estado, que debe contemplar la población y las
relaciones y los mecanismos de preservación de esas vidas, con vista a la
preservación de Estado mismo. Salud, natalidad, mortandad, relaciones
económicas, constituyen dentro del arte de gobernar primeros insumos y
preocupaciones que habrán de servirse y en algunos casos constituir disciplinas que respondan de manera racional
a las necesidades de la población. De
esta manera; asistimos a la disciplinareidad de las estrategias de poder y a
los primeras maneras de disciplinarización de los cuerpos. Foucault llamará a
este esfuerzo de disciplinar los cuerpo, anatomo-política, distinguiéndola de
la biopolítica que es la introducción de la determinadas prácticas científicas
mediante las cuales el ejercicio del poder se vale para dirigir su potencia a
la vida de los sujetos. (Foucault, Genealogía del racismo)
Más
que leyes para lograr estas finalidades especificas para la razón de Estado se
requiere la utilización de tácticas. Unas tácticas multiformes que respondan a
los nuevos requerimientos de este arte de gobernar. Tácticas que surgirán de
los saberes que van concretando y encontrando su campo epistemológico, en el
reacomodamiento de los niveles de cambios y transformación en las poblaciones
componentes del Estado. Las teorías del contrato serán una matriz para trazar
los principios generales del arte de gobierno.
Entonces
la biopolítica en Foucault se puede concebir como una forma de racionalidad
política en la que la población en primera instancia es objeto de la Razón de
Estado con el fin de que a partir de su preservación pueda conservarse como
Estado. La población es objeto de estudio científico y disciplinar, no es sólo
un procedimiento, es una articulación entre los poderes disciplinares tendiente
a la producción del sujeto. Es decir la administración de la vida desde las
formas de población e individuo. (Sánchez, 32;2009)
“ El biopoder es una forma de racionalidad política que hace que por medio de
tecnologías biopolíticas y disciplinares
se pueda tener un dominio total de la vida” (Sánchez, 35;2009)
Es
necesario advertir que en el paso de la semántica de la inmunidad a la
biopolítica, al modo en que la
biopolítica como forma de control de la vida a partir de la separación de
formas posibles de vida y otras imposibles y aniquilables, suceden varios
procesos de esterilización del discurso
predominante a través de filtrar el discurso a partir de unos parámetros
científicos y la higienización de métodos, explicaciones y acciones. De esa
manera a la sombra de promulgar la
protección de la vida, otorgo, doy, practico la muerte.
A
partir del análisis de los mecanismos de poder se puede trazar una teoría sobre
el poder. Los mecanismos de poder que se modifican, se afianzan, se mantienen y
se transforman son mecanismos que forman parte intrínseca de todas las
relaciones. De la misma manera, emprender el análisis de las relaciones puede
iniciar un análisis sobre la sociedad.
En
esta instancia que se puede observar, en la obra de Foucault, la insinuación de
unas tecnologías que contienen en germen
la presencia de un sistema inmunitario, eje que atraviesa las técnicas
jurídicas, disciplinares y de seguridad. Este eje ha sido repensado por
Esposito desde tres grandes enfoques el
orgánico, el antropológico y el naturalista y en la interrelación de esos tres
enfoques la existencia de una lógica inmunitaria. De tal manera podríamos hacer un recorrido sobre esos
sistemas inmunitarios y trazar puntos de enlace con alguno de las técnicas o
tecnologías foucaultianas para llegar a los se conoce la biopolítica y una
comprensión general de los biopolítica y sus dispositivos inmunitarios.
[1] Estos
seminarios han sido publicados en español por diferentes editoriales haciendo
una selección de texto en algunos casos, para ver la ediciones utilizadas en
este trabajo referirse a la lista final de libros. La volonté de savoir, Théories et
institutions pénales, La
société punitive, Le pouvoir
psychiatrique, 2003 (tr. Akal, 2005), Les anormaux, 1999 (Akal, 2001),«Il faut défendre la société», 1997 (Akal, 2003), Sécurité, territoire, population,
2004 (Akal, 2008), Naissance de la
biopolitique, 2004, Du
gouvernement des vivant, Subjectivité et vérité; L’Herméutique du sujet, 2001 (Akal, 2005), Le gouvernement de soi et des autres,
2008, Le courage de la vérité. (Le
Gouvernement de soi et des autres, Il), 2009.
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